¿Cómo piensa el cerebro de un abogado #ABOGADO? · Inteligencia Emocional #forlawyers

Wolters Kluwer en su Diario La Ley – legal management-me presta la oportunidad para, desde mi experiencia profesional como abogado y consultora en creatividad innovadora, sugerir esa transformación tan necesaria para la abogacía del SXXI.

La inteligencia emocional nos permite conocernos mucho mejor, y así dar lo mejor de nosotros mismos como profesionales de la abogacía, «¿Cómo piensa el cerebro de un abogado?» aborda esta cuestión de una manera práctica y muy útil.

Diario La Ley, Nº 8863, Sección Tribuna, 15 de Noviembre de 2016, Editorial Wolters Kluwer

“El perfil del abogado se caracteriza por su autonomía, por su predisposición a afrontar retos y por estar orientado al éxito y al crecimiento permanente.”

Carlos León

 

¿Cómo piensa el cerebro de un Abogado? · Inteligencia Emocional #forlawyers

Cristina M. Ruiz Pérez

Abogado · Consultora en Creatividad Innovadora

Diario La Ley, Nº 8863, Sección Tribuna, 15 de Noviembre de 2016, Editorial Wolters Kluwer

En nuestra profesión como abogados realizamos principalmente dos funciones que requieren de una especial atención: resolver problemas y tomar decisiones. Para esto el cerebro que más usamos es el Neocórtex, en concreto el Córtex Prefrontal encargado de la razón. Sin embargo las emociones, instaladas en el Sistema Límbico, nos impiden realizar estas funciones profesionales con suficiente eficiencia, por ello conocer nuestra Inteligencia Emocional y aprender a gestionar las emociones es fundamental para nuestro mejor desempeño como abogados.

 

«El perfil del abogado se caracteriza por su autonomía, por su predisposición a afrontar retos y por estar orientado al éxito y al crecimiento permanente.»

Carlos León

 

I. INTRODUCCIÓN

¿Es cierto que nuestro cerebro de abogados es diferente al del resto de los mortales?

¿Es cierto que los abogados tenemos la mente cuadriculada?

¿Es cierto que…?

Estoy segura de que estas preguntas y otras de este tipo te quitan el sueño ….jajaja….

Sin más te podría dar unas respuestas rápidas:

A la primera, sí que es cierto que nuestro cerebro es diferente al del resto de los mortales, porque los abogados somos superhéroes y consecuentemente somos inmortales.

Y a la segunda, sin ánimo de dañar sensibilidades y acogiéndome al tópico, los de la mente cuadriculada son los alemanes, no los abogados. Jajaja….

Esto es broma, lo que sí es más acertado es la descripción del perfil de los abogados que nos brinda Carlos León:

«El perfil del abogado se caracteriza por su autonomía, por su predisposición a afrontar retos y por estar orientado al éxito y al crecimiento permanente.»

¿Estás de acuerdo?. Con nada que pienses seguro que podrías añadir más calificativos, pero esta es una buena descripción que nos lleva a pensar en los dos grandes restos que día a día afrontamos todos los abogados:

  • — Resolver problemas, algunos más complejos que otros, y
  • — Tomar decisiones eficientes, esto es, tratar de equivocarnos los menos posible.

Ahora te explico… pero antes de continuar vamos a hacer un pequeño calentamiento.

Búscate a alguien que tengas cerca, un compañero del despacho, tu secre…, o si estás leyendo este artículo en tu smartphone, en el pasillo de espera en el juzgado, que ya sabemos todos que allí pasamos mucho tiempo… ¿Serías capaz de hacer lo que te voy a proponer con tu procurador?… jajaja… que no te vea tu cliente, o sí… ¿por qué no?…

Bien, el ejercicio es el siguiente:

Con esa pareja que te has buscado. Primera pregunta: ¿sabéis contar?. Si la respuesta es sí, vamos adelante.

Vamos a hacer secuencias alternas con los números del 1 al 3. Esto es: 1, 2, 3.

Tú eres A y tu compañero es B.

Empezamos:

A dice: 1 • B dice: 2 • A dice: 3, y seguimos sin pausa, B dice: 1 • A dice: 2 • B dice: 3…

Muy bien, vamos a introducir un pequeño cambio, ahora sustituimos el dos por una palmada, de la siguiente manera:

A dice: 1 • B da una palmada • A dice: 3, y seguimos sin pausa, B dice: 1 • A da una palmada • B dice: 3…

Divertido, ¿eh?

Y un cambio más… Sustituimos el tres por agacharnos un poco en cuclillas. Vamos a ello:

A dice: 1 • B da una palmada • A se agacha en cuclillas, y seguimos sin pausa, B dice: 1 • A da una palmada • B se agacha en cuclillas…

Jajaja… seguro que estáis pensando que para qué necesitamos este calentamiento físico, peeeero, no, no sólo es un calentamiento físico sino que fundamentalmente es un calentamiento mental. ¿Qué hemos hecho? Además de cultivar ciertas habilidades como la coordinación, la atención y demás, nos hemos divertido, nos hemos hecho cómplices de nuestra pareja…., hemos despertado nuestras emociones, nuestro cerebro, en concreto nuestro hemisferio derecho, el de lo creativo, lo emocional, lo holístico. Se ha puesto en marcha porque este hemisferio se estimula con la acción, y a partir de ahora mismo, este artículo lo vas a seguir leyendo con una mente más abierta, y con una mayor capacidad para entenderlo desde distintas perspectivas.

El hemisferio derecho del cerebro es el que nos conecta con nosotros mismos y con los demás.

 

II. ¿QUÉ CEREBRO USAMOS MÁS LOS ABOGADOS?

Te voy a contar algo sobre lo que probablemente ya has oído hablar, pero que viene al caso.

Podemos hablar de tres cerebros desde el punto de vista de su evolución, este es un modelo propuesto por Paul MacLean (https://es.wikipedia.org/wiki/Cerebro_tri%C3%BAnico). Son el cerebro reptiliano, el sistema límbico, y el neocórtex. Cada uno de estos tres cerebros tiene su propia inteligencia especial, subjetividad, sentido de tiempo y espacio, y memoria.

  • • El cerebro reptiliano es el que controla el comportamiento y el pensamiento instintivos para sobrevivir
  • • El neocórtex o «corteza cerebral» es el responsable del pensamiento avanzado, la razón, el lenguaje y el saber.
  • • El sistema límbico es el origen de las emociones.

Sí, ¿qué cerebro es el que más usamos los abogados? El neocórtex, en su parte anterior, una zona pequeña denominada córtex prefrontal CPF, que en concreto realiza cinco funciones:

  • • Comprender • Memorizar
  • • Recordar • Inhibir • Decidir

La combinación de estas funciones nos permite planificar, proponernos objetivos, resolver problemas, visualizar situaciones nuevas, controlar los impulsos y pensar creativamente. Esto es, resolver problemas y tomar decisiones, es en definitiva el que hace la «función ejecutiva». Si bien, ¡ojo al dato!, el CPF trabaja a modo de proceso serial, esto es, sólo es capaz de hacer una cosa cada vez de manera eficiente.

Vamos a practicar con un ejercicio para entender mejor cómo funciona el CPF.

Elije 20 objetos diferentes de entre los que tienes en tu despacho. ¿Cuántos de estos te han costado más de 100 euros? ¿Cuantos te han costado menos?

La única manera de contestar es ir clasificando los 20 objetos, de uno en uno, los de más importe y los de menos. No lo podemos hacer de una sóla vez, por lo que tenemos que prestar atención, y mientras lo hacemos no podemos pensar en otra cosa para no despistarnos.

(Esta es una versión light del ejercicio, otra más heavy para que se la propongas a tu compañero y te diviertas es: ¿Cuántas letras del abecedario, en mayúscula, sólo tienen líneas rectas, como por ejemplo la A, y cuantas tiene al menos una línea curva? -15, el resto-)

¿Y qué ocurre en los abogados con el resto de nuestro cerebro, si a mayor abundamiento se dice que las personas sólo usamos el 10% de nuestro cerebro? ¿Mito o realidad? Se ha comprobado científicamente que sí que usamos el 100% de cerebro sólo que según la actividad que estemos desarrollando se activan unas zonas más que otras (‘Diez hechos sorprendentes sobre el cerebro humano’http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/diez-hechos-sorprendentes-cerebro-humano/20160916173321131793.html).

Pero no es mito que no podemos utilizar más del 2% de nuestro cerebro al mismo tiempo para aquellas cuestiones que requieren mayor concentración o tienen emociones.

La inquietud me sobrecoge, jajaja…: ¿Cuánto de lo que hacemos a diario cabe en nuestro córtex prefrontal? ¿Cómo podemos hacer los abogados para sacarle el mayor rendimiento a nuestro cerebro?

 

III. ¿CÓMO PODEMOS HACER LOS ABOGADOS PARA SACARLE EL MAYOR RENDIMIENTO A NUESTRO CEREBRO?

La mayoría de las actividades que realizamos a diario en nuestra profesión son complejas y requieren de mucha atención, a las que hay que añadir muchas otras de las acciones que realizamos que aunque no requieran demasiada atención nos estresan: el email, este documento, el cliente que llama, el plazo que va a vencer… Nuestro cerebro está sobreactivado y produce noradrenalina y cortisol generándonos ese estrés y ansiedad, es lo que se llama «estado de alerta permanente», de atención parcial.

Como el CPF no puede realizar dos tareas a la vez, en milésimas de segundo tiene que pasar de trabajar una cosa a trabajar otra, es lo que se llama «interferencia de la tarea dual», con la consecuencia de que nuestro desempeño se reduce fuertemente en eficiencia,tardando mucho más en resolver los problemas y llevándonos incluso a cometer errores en nuestras decisiones.

¿Qué podemos hacer para liberar la sobrecarga del CPF y disminuir los niveles neuroquímicos? Pues sencillo, activar otras zonas del cerebro, por ejemplo haciendo algún ejercicio físico o escuchando música.

Esta es una propuesta de ejercicio para desconectar un rato:

Ponte de pie. Y elije un punto a la altura de tus ojos en el otro extremo del despacho. Cuando estés a punto de llegar, gírate y dirígete a otro punto cualquiera y así sucesivamente… Eso sí, cuando estés a punto de llegar a cada punto, trata de asociar lo que estás mirando con algún espacio u objeto real de tu pasado. Vacaciones, lugares de la infancia, viajes…

Es importante que vayas a ritmo y que no tardes en pensar, sino que lo importante es andar con la mirada clavada en el siguiente punto/destino.

¿Lo has probado ya? ¿Qué tal te ha ido?

Otra propuesta diferente de un ejercicio que te permitirá desconectar relajándote.

Mejora tu respiración diafragmática. Concéntrate en respirar de forma suave, como si olieras una flor. Al ritmo de la música que tengas, trata de contar dos tiempos para tomar aire por la nariz y soltar aire por la boca en cuatro tiempos, dejando dos tiempos entre la inspiración y la espiración y viceversa.

Estoy segura de que ahora te sientes realmente bien.

Pero… ¿Hay algo más que podamos hacer cuando estamos focalizando determinadas situaciones o problemas y nos producen ansiedad ante la toma de las decisiones adecuadas? Por ejemplo, qué vía procedimental es la adecuada o si puedo plantear diversas acciones y si son o no acumulables, o la más estresante para mí, ya que está cargada de responsabilidad «acuchillante», cómo hilar muy fino en el suplico de la demanda para que los pedimentos respondan adecuada y coherentemente a mis pretensiones.

Vamos a verlo. ¿Quién piensas que toma más decisiones en nuestra vida, la razón (neocórtex), la intuición (sistema límbico), o el instinto (cerebro reptiliano)?

Te dejo pensar la respuesta….

La respuesta es que las emociones son las que toman el 95% de nuestras decisiones. La razón o la lógica, el neocrotex, sólo el 5%. Sí, está comprobado científicamente, la razón lo único que hace es justificar la actuación de la emoción, una vez tomada la decisión.¿Cómo te quedas?, como diría mi hija. Sí, y no me refiero a decisiones como ir a tomar el café por las mañanas o dónde pasar el fin de semana, me estoy refiriendo a decisiones necesarias en nuestra profesión de abogados.

Ahora es cuando se convierte en protagonista el sistema límbico (uno de los tres cerebros mencionados), donde se alojan las emociones. El sistema límbico profundo es el que se encarga de cómo nos sentimos.

Distintas circunstancias me hacen generar emociones positivas o negativas, haciéndome sentir bien o mal. Por ejemplo: genero una emoción negativa porque no he conseguido el acuerdo con la parte contraria en todos los términos que favorecían a mi cliente, o porque he obtenido una sentencia condenatoria para mi cliente, me siento mal.

Sitúate en ese escenario y piensa: sentencia a favor, sentencia condenatoria, ¿qué emoción es más intensa? ¿Qué emoción me dura más, la positiva o la negativa?

Las emociones positivas tienen un pico muy alto de intensidad, manifestándose esa euforia, pero duran menos en el tiempo. Al cabo de una hora ya estoy pensando en el siguiente asunto o en cualquier otra cosa que tengo que hacer.

Las emociones negativas son mucho más intensas de manera inmediata, durando, además, dicha intensidad más tiempo. Al día siguiente sigo dándole vueltas a la sentencia condenatoria.

Lo mismo me ocurre cuando tengo una gran tensión, una gran frustración… Mientras la emoción negativa esté altamente activada, nuestro córtex está desactivado, haciéndome tomar peores decisiones. Cuanto más activa está la emoción, más desactiva está la razón.

Las emociones positivas no me afectan demasiado en la activación del trabajo porque duran poco en el tiempo, salvo el caso de la supereuforia, claro, haciéndome estar superconfiado e impidiéndome actuar racionalmente.

Gran parte de nuestras decisiones que salen de la emoción son totalmente inconscientes, esto es obra de nuestra Inteligencia Emocional (IE), y supone que cuanto más conozcamos nuestras emociones mejores decisiones tomaremos, pero también que nos relacionaremos mucho mejor con los demás.

La inteligencia emocional es una manera de relacionarnos, de comunicar, de interactuar con las personas sobre la base de los sentimientos, englobando las siguientes habilidades básicas:

  • • Autoconciencia • conciencia de sí mismo y de las propias emociones.
  • • Autorregulación •control de los impulsos regulando nuestros estados de ánimo.
  • • Motivación •impulso a obtener logros más allá de nuestras propias expectativas.
  • • Empatía •confianza y consideración de las emociones de los demás.
  • • Habilidades sociales relación y reconocimiento del aporte de los demás.

Autoconciencia, autorregulación, motivación y empatía son habilidades emocionales. Conforman las habilidades sociales: la comunicación, la colaboración, el liderazgo…

Autoconciencia de las emociones • Es la capacidad de reconocer una emoción o un sentimiento en el mismo momento en que se produce. La emoción se expresa en nuestras reacciones. Tener conciencia de nuestras propias emociones conlleva observar atentamente nuestras reacciones, nuestros pensamientos y nuestros comportamientos y relacionarlo con los estímulos que las provocan, manteniendo una actitud neutra ante lo que sentimos.

Autorregulación de las emociones • Es la capacidad de tranquilizarse a uno mismo, de controlar la durabilidad en el tiempo de la emoción. No consiste en reprimir las emociones sino en consolarnos a nosotros mismos como lo hacemos con los demás, o los demás lo hacen con nosotros.

Motivación • Es la habilidad de motivarnos a nosotros mismos mediante una actitud positiva. El optimismo, la autoestima, la expectativa de éxito, la resistencia a la frustración, el control del tiempo… se ponen a prueba ante situaciones de fracaso, de cansancio o de desánimo.

Empatía • Es la capacidad de percibir los estados emocionales de los demás, comprender sus estados de ánimo, sus comportamientos y sus motivaciones, y reaccionar socialmente ante ellos. Captar nuestros propios estados emocionales y percibir sus manifestaciones es la base para percibir los de los otros.

Habilidades sociales • Dotan a las personas de mayor capacidad para lograr sus objetivos propuestos sobre la base de la autoestima, sin dañar a los demás. Las habilidades sociales son refuerzos para la interacción social, manteniendo y mejorando las relaciones interpersonales. Es fundamental el dominio de las habilidades de comunicación y es necesario un auténtico autocontrol emocional.

La capacidad de activar el conjunto de nuestros conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes para realizar actividades de nivel con calidad y eficacia se denomina competencia. El énfasis está puesto en el aprendizaje y el desarrollo.

Autoconciencia, autorregulación, motivación —habilidades emocionales— entran en el ámbito de la aptitud personal, competencia personal, mientras que la empatía —habilidad emocional— y las habilidades sociales entran en el ámbito de la aptitud social, competencia social.

Las investigaciones revelan que comparadas con las habilidades técnicas y el intelecto, la aptitud emocional es dos veces más importante en la contribución a la excelencia en el trabajo.

 

IV. ¿CÓMO PODEMOS GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES PARA EL MEJOR DESEMPEÑO DE NUESTRA PROFESIÓN DE ABOGACÍA?

Hay muchas fórmulas, a cada uno de nosotros nos gusta aplicar unas u otras. Hay quien hace coaching, quien medita, quien habla con un amigo… Pero hay dos técnicas de neurociencia realmente interesantes que traigo de la mano del científico Estanislao Bachrach, al que recomiendo leer y seguir.

 

1. TÉCNICA DEL ETIQUETADO

La primera cuestión a tener en cuenta es que las emociones no hay que inhibirlas, se trata sólo de gestionarlas. Cuando inhibimos una emoción gastamos toda nuestra energía impidiéndonos tomar decisiones.

Por lo tanto, lo primero es tener consciencia de lo que está sucediendo en cada momento y reconocer con exactitud lo que te está pasando. Por ejemplo: piensas que estás estresado y realmente lo que estás es enfadado.

De esta manera el problema no se soluciona, pero si te permite estar más tranquilo, desactivando la amígdala —la zona del cerebro que se activa ante las emociones negativas—. Mayor tranquilidad conlleva mejor toma de decisiones.

En forma de tabla hacemos una lista de emociones negativas, y numeramos del 1 al 10 cómo nos encontramos respecto de cada una de ellas. De esta manera las «etiquetamos» y las identificamos correctamente. Si resulta que he puntuado con un 9 o un 10, efectivamente estoy nervioso antes de entrar a sala en el juzgado, basta con decirme: «Estoy nervioso, pero es normal…» . El camicace que no esté nervioso y no necesite tranquilizarse antes de entrar en sala que levante la mano -yo no levanto la mía-.

No nos ayudará negarnos y decirnos a nosotros mismos: «No estoy nervioso» y entrar a sala con las manos temblando, porque lo que estaremos consiguiendo es activar aún más la amígdala y perjudicar nuestro eficiente desempeño profesional.

 

2. TÉCNICA DE LA ANTICIPACIÓN

Consiste precisamente en eso, en anticiparnos a las emociones negativas que suponemos que nos van a suceder. El simple hecho de anticiparnos hace que baje la emoción negativa. Tendremos menor ansiedad y menos miedos.

Lo mismo con nuestras emociones positivas.

El resultado será que seremos conscientes de que estamos nerviosos, pero si también estamos conscientemente motivados, habremos conseguido neutralizar las emociones. Me diré: «Sí, estoy nervioso, pero también motivado… vamos a ello»

Esta técnica funciona extraordinariamente bien si lo hacemos con intención y creyendo en ello.

 

V. CONCLUSIÓN FINAL

 

1. CUANDO MEJORAS EL MANEJO DE TUS EMOCIONES, MEJORAS TUS DECISIONES RACIONALES

Nuestro comportamiento marca nuestros resultados. Y nuestro comportamiento viene dirigido por nuestras emociones y nuestros pensamientos, pero no es lo que pienses o sientas, sino cómo piensas y cómo te sientes.

 

 

Este artículo ‘¿Cómo piensa el cerebro de un abogado · #forlawyers ‘ ha sido publicado en el Diario LA LEY, sección LEGAL MANAGEMENT de la editorial jurídica Wolters Kluwer, también puedes acceder a él en este enlace ‘Legal Management’  por otro lado,  allí encontrarás más artículos que yo  misma he escrito, y los de otros compañeros que nos enriquecen constantemente con sus aportaciones.

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Cristina M. Ruiz Pérez

Abogada · Consultora en Creatividad Innovadora.

 

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