El significado del sentido de la vida de cada uno · #covid19 · #mujermujer

 

¿Es posible un nuevo comienzo si una parte de “el todo” no permanece constante?  La vida consiste en el momento que estamos viviendo, el “todo” permanece constante en el presente.

Así  empezaba y terminaba un anterior artículo, si bien, cuando lo concluí tuve la sensación de que algo falta por explicar acerca de ese presente, so pena de parecer casi una frivolidad ese presente, que pudiera parecer desechar el pasado y descartar el futuro. Lejos de ello, a continuación viene la reflexión sobre el presente.

El presente habla de la propia existencia, pero no de la existencia en términos abstractos ya que no nos limitamos a existir, sino en los términos concretos y singulares en los que cada uno de nosotros decide cuál será su existencia y cómo será al momento siguiente.  La existencia en la que cada uno tenemos la libertad de cambiar en cada instante.

Cierto es que podemos pensar que nuestra libertad está condicionada por las circunstancias, sin embargo no son esos los términos de la libertad, sino los de la libertad de tomar la postura, la actitud que queramos ante aquellas circunstancias.

Así, en estos términos el futuro es impredecible, hasta el mismo momento en que tomamos nuestra decisión no sabemos qué sucederá. De igual manera, el pasado, se manifiesta en el presente, junto en la decisión anterior a la que ahora estamos tomando.

Consecuentemente  “el todo” al que aludía y que  no deja de ser nuestra propia existencia-, permanece constante en el presente con capacidad de transcender a las condiciones y circunstancias, y también, con capacidad de trascender a nosotros mismos.

Esto, sin embargo, no nos debe llevar a considerar que estamos por encima de todo, hasta de lo inevitable, como en este presente que nos ha tocado vivir #covid19, sino que la propia existencia es un estado de “tensión” entre lo logrado y lo que se está por lograr; entre lo que te completa y lo que te vacía, pero esta tensión es saludable para la propia existencia ya que nos permite salir de los estados de latencia, de “equilibrio”.  El sentido de la existencia, de la libertad de decidir, no se podría dar sin tensión.

Ahora bien, el sentido de la vida es diferente en uno y en los demás, en un momento y en los siguientes. De igual manera, el significado del sentido de la vida es para cada uno distinto, y además distinto en cada momento dado.

No obstante, la cuestión de fondo que se suscita no es tanto cuál es el sentido de nuestra vida, de la propia, sino qué es lo que la vida nos requiere ante los retos que plantea a cada uno, y cuál es nuestra respuesta individual para decidir conforme a aquellos.

No busco en este artículo ni para mí, ni para cada uno, la hiperreflexión, nada más lejos de mí intención, sino destacar que cada uno, de manera individual, tenemos un requerimiento y un significado “único” que nos compete, pero, uno “solo” es quién puede encontrar su propio significado.

Concluyendo.

El sentido de nuestra vida es la libertad de adpotar con significado la Actitud que cada uno considera, ante las circunstancias dadas.

«Quien tiene un porque para vivir puede soportar casi cualquier como.» · Nietzsche

 

Cristina M. Ruiz Pérez · Consultora en Creatividad Innovadora # forlawyers
U&C ABOGADOS · Socia directora · Abogada

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